domingo, 16 de noviembre de 2008

Notas de Juan de los Altos

Acto de Alabanza: Escrito por Juan Carlos Martín Rojas

Dios mío; quisiera encontrar miles de motivos para alabarte sin cesar, obedecerte sin cesar, agradecerte sin cesar todo lo que has hecho por mi, ayúdame en tu gracia a realizar esto por desinteresado amor a ti. Primero que nada quiero alabarte por haberme creado y engendrado en cuerpo y alma en el vientre de mi madre. Quisiera alabarte por haberme dado un principio y un final en este mundo para probarme, para saber qué había en mi corazón y así pastorearme y llevarme a lugares de regocijo y paz perpetuos.

Quiero alabar y celebrar tú encarnación en el seno de la Virgen María, en tú Hijo amado Jesucristo, quien nos ama con un amor perfecto, generoso, dadivoso, cariñoso, tierno, amable, gentil y de tal manera que se entregó completamente a nosotros por obediencia a ti. Ayúdame en tu gracia a serte siempre obediente, bajo el compromiso mutuo de poder ver clarividentemente siempre tú voluntad para mí, revelada por ti mismo. Ayúdame a culminar la obra de conversión y santificación que has comenzado en mí, llegando al umbral de la otra orilla que significa la culminación de esa obra. Que cada nuevo amanecer sea un esfuerzo de mi parte para adorarte, desagraviarte y agradecerte las buenas intenciones tuyas para mí y los demás que peregrinamos por este mundo.

Quiero alabarte por la providencia especial sobre aquellos que nos cuesta aceptar y entender tu amor gratuito. Ayúdanos a entender la gracia y abrazarla como un don que si no fuera regalo directo tuyo para nosotros, sería inalcanzable… Te doy gracias y te alabo por todas las maravillas que tienes reservadas para mi y que jamás serán ensombrecidas por nada ni nadie, ni siquiera por mi voluntad, si en algún momento pensase yo traicionarte. Ayúdame y acepta a través de tu Santo Espíritu a hacer yo un pacto especial contigo de devoción y fidelidad a la sangre de tú Hijo Amado Jesús, derramada por mi salvación eterna. Te alabo por la cariñosa visión perpetua que tuviste de mi desde antes de crearme, has que nuestro mutuo amor crezca y que éstas no sean simples palabras bonitas, sino hechos y realidades concretos, donde nuestras alianzas, en Cristo Jesús… brillen como todas las estrellas del firmamento.

Quisiera culminar este Acto de Alabanza con un Acto de Esperanza cimentado en la Sagrada Familia y Jesús de Nazareth, su piedra angular. Bendice a la Humanidad por siempre y cobija en tu seno a todos aquellos que más te necesitamos desde todo punto de vista.


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Tipos de Almas en el Cielo y la Tierra:

Como ya todos sabemos, la multiforme manifestación de la gracia divina permite que haya numerosas formas y maneras de la creación de Dios. Tratar de describir con palabras humanas los límites que tienen los tipos de almas que existen sería un trabajo demasiado ambicioso, pero si podemos tener un humilde acercamiento u aproximación donde nuestra imaginación e intuición nos pueden ayudar a descubrir muchas cosas acerca de esta cuestión.

Almas Limpias: Estas son Almas que no se manchan con nada, siempre se ocupan de su aseo personal como si estuvieran en un quirófano. Les encanta servir a los demás ayudándolos a ser limpios de alma y cuerpo. Su secreto consiste en la virtud de la pureza de sus méritos ante Dios, deslastradas de toda malicia, siempre todo lo que piensan es puro. Son educadas y el sufrimiento lo asumen como algo natural, no se quejan por nada.
Almas Superiores: ¿Por qué son superiores estas Almas? Además de porque fueron creadas para ello, son Almas que están encargadas de servir a las más pequeñas, ignorantes y desvalidas… están encargadas de que no les falte nada. Su trabajo consiste en velar por el bienestar general de todos los habitantes del Cielo y la Tierra. No son egoístas y su vocación es el servicio basado en el servicio y nuevamente en el servicio al prójimo, nacieron como Almas Superiores, pero esto no les resta humildad y por sus méritos pueden llegar a ser todavía más dignas en honor y gloria, y así llegar más alto.
Almas Perdón: Estas son Almas que lo han dado todo, perdonando grandes ofensas, se han entregado hasta más no poder, el amor de estas Almas ha vencido todo odio, toda venganza. Su honor consiste en que se parecen a Dios en eso del perdón cuya único manantial es el Amor. Las Almas Madre se parecen mucho a ellas en eso del perdón incondicional. La Virgen santísima siente un cariño especial por estas Almas, ya que le recuerdan a su mansisímo hijo: Jesús.
Almas Reconciliación: Estas Almas buscan la reconciliación entre aquellos que se han peleado, ya que no puede haber enemistad ni en el Cielo ni en la Tierra, entre ningún ser humano o angélico. Lo que comenzó Caín… matando a su hermano… lo terminan estas Almas Reconciliación, con la concordia de sus hábitos. A estas Almas les gusta soñar despiertas, dicen en el Cielo que ellas sueñan con nuevos paraísos donde no existe el odio y donde, por lo tanto, ellas pueden descansar, ya que estas Almas son de las que más trabajo tienen, aunque lo hacen con mucho placer, aunque tengan que sacrificarse duramente para ello.
Almas Paz: Estas Almas son de las que más sufren porque tienen un alto grado de frustración al ver que en el mundo no hay paz en las muchas acepciones que esta palabra puede implicar o tener. Son muchas… pero sus esfuerzos hasta ahora no se han visto recompensados, no buscan solamente una paz política o social, sino la paz que solamente el crucificado puede dar. Lloran mucho estas Almas, sienten una gran frustración… pero están seguras de que de alguna manera la prometida paz perpetua llegará al Cielo y la Tierra.
Almas Gracia: Son muy bellas estas Almas, ellas viven solo del regalo de Dios, de los Ángeles o de los hombres. No son propietarias de nada, aunque se sienten por ello mismo… dueñas de todo. Se parecen a las Almas niño, no se esfuerzan por su sustento, pero tienen tanto que enseñar. La Virgen siempre se acuerda de ellas aunque sea durante un instante y les manda ángeles custodios para que les protejan.
Almas Guerreras: La guerra, la guerra…¡ ¿Es que acaso no sabemos que Dios se hace llamar “De los Ejércitos”?. En la eternidad la guerra es un juego que no causa perdidas humanas o materiales en medio de la paz mesiánica, las grandes familias antropológicas podrán pelear o hacer la paz… sin desdeño de poner en riesgo sus vidas o sus sentimientos, ya que la muerte no existe más. Que viva la paz de Jesús, que viva el juego de la guerra y la paz, ajedrez infinito…
Almas Insignes: Estas Almas se destacan por la exquisita calidad de sus sentimientos y actitudes. No tienen mancha, jamás se revelarían ante el Altísimo y su voluntad. Son pocas, poquísimas. Son un club muy selecto. Nunca han dicho una mentira, detestan la mentira. Y siempre se unen a ese canto de San Miguel Arcángel: ¿Quién como Dios?... Son de las más poderosas del Cielo.
Almas Valientes: Estas son Almas expertas en eso de desafiar el mal cuando éste trata de oscurecer nuestras vidas. También son valientes para enfrentar los demás problemas de la vida. Son optimistas ante los embates del destino, no se dejan vencer fácilmente, es muy difícil poder engañar a un Alma Valiente, están entrenadas para descubrir “estratagemas” de toda naturaleza.
Almas Intercesoras: Estas Almas son especialistas en escuchar las necesidades de las demás y rogar ante la Divinidad por el bienestar del prójimo. La Virgen santísima es la intercesora más poderosa, le siguen Almas intercesoras de todo tipo, en el fondo todos tenemos el derecho y el deber de interceder por algo. Todos tenemos necesidades.
Almas Mente: En el momento de jugar a la guerra, las batallas no solo pueden ser de facto, pueden haber batallas mentales o grandes batallas intelectuales. Estas Almas son las mentes más poderosas del universo, cuando se unen son invencibles. En la gran rebelión fueron divididas y desperdigadas, pero ahora están unidas alrededor de Jesús, su Creador y quien las conduce a manantiales de vida e inteligencia. Estas Almas pueden comer de las hojas y frutos de los árboles de la Nueva Jerusalén y bañarse en las aguas del mar de cristal.
Almas Grandes: Hay tantos motivos para ser un Alma Grande, pero no todas llegan a serlo. Para ser un Alma Grande solamente hay que tener pureza de sentimiento y ser siempre sincero con los demás y con uno mismo. Aquellos que son sencillos de corazón, a pesar de tener una gran jerarquía, misteriosos acompañantes de Yahvé en su corte, pero que por ello son capaces de hacer y practicar la caridad sin ningún prejuicio.
Almas Altas: Dios, es el Dios Altísimo. Es lógico que en su corte existan seres que le acompañan muy de cerca y que por lo tanto son Altos también, estas son almas que no se revelaron en la Gran Rebelión y que por lo tanto no pisaron Tierra, no conocen la Tierra, lo único que conocen y muy bien es el cielo, son enemigas naturales del infierno y sus agentes. Su intercesión es muy poderosa, conocen profundos misterios de Dios, pero casi no tienen amigos, son Almas muy cerradas y prácticamente conviven entre ellas mismas.
Almas Pastor: Estas son Almas muy necesarias, porque son aquellas que les gusta dirigir multitudes, muy necesarias, porque cuando son ungidas por el Espíritu Santo pueden llevar bendición a tanta gente, pero a tanta gente, que les esperan valiosas coronas en el cielo. Sus mansiones celestiales son muy grandes, porque mucha gente quiere visitarlos todo el tiempo. Su santidad Juan Pablo II, por ejemplo, es lo más cercano a un Alma Pastor.
Almas Genio: Estas son las mentes más poderosas del universo, son los grandes genios de la Humanidad. Los premios nobel, los grandes poetas, estrategas… En fin… cada uno en su área: un genio. Están muy emparentadas con las Almas mente.
Almas Esclavas: Estas Almas son muy queridas por Dios, ya no tienen voluntad personal, lo único que anhelan es servir a la Divinidad con fervor. Han perdido todo hálito de ego personal y solo saben obedecer a un superior.
Almas Anciano: Son muy altas y perfectas estas Almas. Adoran a Dios día y noche. Se prosternan siempre ante el trono del Altísimo, tienen vestiduras blancas y coronas de oro en sus cabezas. Se sientan sobre tronos de oro y por su intercesión hacen que toda la creación alabe al Señor.
Almas Misericordia: Estas son Almas que se parecen a Dios, Santa María Faustina Kowalska es, sin ninguna duda, un Alma Misericordia: siempre pendiente de los más pequeños. También la Madre Teresa de Calcuta es un Alma Misericordia. Estas Almas tienen la tarea de enseñar a las demás Almas a ser misericordiosas, no cesan de rogar por la salvación universal… es que lo que pasa con ellas, es que son muy misericordiosas, han aprendido mucho de Dios en eso de ayudar a otros.
Almas Luz: Son muy honradas estas Almas, les gusta esparcir la luz de Cristo por doquier para que brille en todo su esplendor… Rechazan naturalmente todo lo que esté relacionado con las tinieblas… aman la luz… y solamente la luz, estaban presentes cuando Dios separó la luz de las tinieblas en la creación del mundo.
Almas Consagradas: Estas son Almas muy especiales, tienen mucho que ver con el Clero, ya que están formadas principalmente por ellos y por aquellos Laicos que se consagraron al Señor en su paso por la Tierra. Todas aquellas Almas que asisten a la misa diaria forman parte de ellas.
Almas Mártir: Estas son Almas virtuosas por definición. Dar la vida por la causa de Cristo es doloroso ante los ojos del Señor, pero también le es agradable. Hay muchas Almas que se destruyen así mismas en los vicios de este mundo. La valentía de los mártires consiste en que dieron su vida como la dio Jesús en la Cruz del Calvario por la verdad del Padre Omnipotente.
Almas Rey: Todos los Reyes de la Tierra alabarán a Jesús. Con el transcurrir de los siglos ya han sido muchas Almas las que han sido reyes. Pero hay un solo linaje de donde Dios se encarnaría, el de David. Llenos de privilegios suben a los cielos a pesar de sus errores. Los demás gobernantes de la Tierra no están incluidos en esta clasificación, solo los Reyes, príncipes y princesas.
Almas Oveja: Son de las almas más puras del cielo y la tierra. Necesitan quien las pastoree siempre, porque son un poco torpes. Dios las ama demasiado, y hay algunas que son “perfectas”.
Almas Absortas: La visión beatífica de estas Almas es tan profunda que lo único que hacen es contemplar la Divinidad cara a cara, ya se han olvidado de todo, solo piensan en Dios, y ya no interceden por nadie, porque la gloria divina las ha llevado a un estado de éxtasis perpetuo donde solo quieren alabar a Dios. Estas Almas comulgaron muchas veces mientras estaban en la Tierra.
Almas Vírgenes: Estas almas no conocen los placeres sexuales de la Tierra, no les interesan, no porque esto sea o no pecado, sino simplemente porque su mirada está puesta en otras cosas.

Y así podríamos buscar infinidad de virtudes a través de las cuales identificar las bondades y noblezas que podría tener un ser humano
Siempre habrá un superior jerárquico a quien obedecer
El vasallo de mi vasallo no es mi vasallo.

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ORACION

Yo confío en ti Padre Celestial y te ofrezco los corazones unidos de Jesús, María y el mío… (unidos por medio y a través de la crucifixión de Jesús); junto con las más íntimas peticiones, intenciones y necesidades de estos tres corazones enamorados y traspasados. Las triunfantes y sangrantes llagas de Jesús en la Cruz del Calvario, y las lágrimas de María, nuestra amada Madre Celestial, al frente de esa misma Crucifixión.

SEÑOR, Cúbrenos en esta vida con la protección de la Sangre Preciosísima de tu Hijo Jesús y cobíjanos cariñosamente en el seno de Jesús y María para siempre. SEÑOR TODOPODEROSO, que se haga tu santa voluntad en todo. AMÉN.


Explicación de la Devoción de los Tres Corazones Enamorados y Traspasados

Una historia de amor, la más grande historia de amor jamás contada y muy conocida por casi todos, pero poco profundizada; comenzó con una jovencita judía hace dos mil años, ¿Su nombre?: María, la creatura más pura y llena de gracia entre todas las demás. Pero esta realidad comenzó desde el patriarca Abraham con la saga y espiritualidad del antiguo pueblo de Israel, nación sacerdotal, que guiaría a todas las demás al conocimiento del Dios único y verdadero, lo demás es una historia que, es la Historia, toda ella Sagrada… de la cual Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo es el único Señor. María… como un diamante, que no necesita ser tallado, brilla en la oscuridad y silencio del cosmos, trayendo entre sus entrañas aquel secreto, hoy en día un secreto “a voces” y por muchos olvidado, ofendido e ignorado, que solamente los iniciados pueden entender en profundidad, cuando ponen su fe en ello con toda caridad, ese secreto único y universal se llama: Jesús de Nazareth, que abre sus brazos cada día para salvar a la humanidad en cada Eucaristía. Hoy en día esa es la única necesidad que Jesús tiene, ya que está vivo, resucitado y esperándonos, para darle consuelo a todo aquel que necesita su paz, y que todavía el mundo no la entiende.
Pero alguien, llamado Simeón, cuando María fue al Templo a llevar a su único hijo para ser presentado ante el Señor en Jerusalén, le profetizó que una espada atravesaría su alma y su corazón; tal como sucedió con el corazón de Jesús en la escena de la crucifixión. Seguramente la hermosa y joven doncella no entendía del todo estas tajantes y lacerantes palabras, y sorprendida las guardaba y las meditaba en su corazón junto a su esposo José. Su cuerpo humano, como templo y arca del artífice que hizo el universo le había dado un corazón de carne a Dios, o sea, a Jesús, Segunda Persona de la Trinidad. Así la vida de María y la vida del Dios Trino y Uno, habían quedado unidas para siempre, por la eternidad.
Ella, dulcísima como un panal de miel, está en el Cielo junto con Jesús, más dulce aún… luego de la Resurrección y posterior Asunción de ella, ¿Porqué no?: la Madre de la Humanidad.
Aquí en la Tierra estamos por un corto tiempo, aquellos que viniendo, tenemos este único camino para llegar a Dios: los seres humanos junto con sus corazones contritos y humillados en potencia.

Nuestra Santa Madre Iglesia, con el correr de los siglos, ha descubierto muchas cosas y ha madurado, especialmente con la iluminación que le han dado sus santos y doctores. Comencé a dedicarle mi rosario diario únicamente a la devoción de los Corazones unidos de Jesús y María; y no tardé en darme cuenta que mi corazón se estaba conformando, con todos sus defectos, al de ellos dos, en cuanto al Amor a la Humanidad sin acepción alguna de persona. El Sagrado Corazón de Jesús anhela ardientemente el amor de todos, el Dulce Corazón de Maria no se cansa de interceder por todos y por la derrota definitiva del mal, y de sus directores y protagonistas, a través del bien.
Así… de repente vi a la izquierda al Sagrado Corazón de Jesús ardiendo mucho más que el sol atravesado por una lanza de dos puntas, la otra punta se dirigía hacia el Inmaculado Corazón de María, rodeado de doce estrellas y le atravesaba también. Luego aparecían dos lanzas de dos puntas, que volvían a atravesar ambos corazones y se dirigían descendiendo diagonalmente hacia un solo punto, un tercer corazón, el mío… y lo atravesaban… En el momento dolía mucho el ser atravesado en el corazón por una lanza, pero luego se sentía una pacífica satisfacción…
Yendo a eucaristía diaria desde hace varios años y pidiendo todos los días por la salvación de buenos y malos, pidiéndole a María y a otros místicos y santos de mi predilección como Santa María Faustina, secretaria de la Misericordia del Señor o San Benito Abad, Copatrono de Europa y Patrono de los Exorcistas, para que intercedieran por esta petición sino era contra la salvación de mi alma, y así he llegado a estas conclusiones. Los dos corazones arriba y el mío abajo, atravesados los tres, por el trío de lanzas, formando un triangulo. En el centro está encerrado el planeta Tierra flotando y siendo sostenido por la mano invisible de Dios, junto con las estrellas, o sea, el universo, nuestra casa, nuestra inmensa Catedral. Encima del planeta Tierra hay una gran Cruz resplandeciente con una flor bonita en el centro, en el lugar de los clavos hay tres diamantes que nos recuerdan que estamos hechos de polvo de estrellas brillantes como Dios.
Esta devoción es una extensión de la del Sagrado Corazón de Jesús, la del Inmaculado Corazón de María, con un elemento nuevo, el pequeñito corazón humano, participando activamente en las alegrías y demás sentimientos que podrían haber en el Cielo, con respecto a lo que nos sucede a cada uno de nosotros en la Tierra y las consecuencias que eso puede traer a nivel personal, de aquí a la eternidad. Ya que esta devoción, para quien la abrace es algo muy personal con Dios. El sufrimiento al final trae alegría, sino pregúntele a Jesús y a Maria cómo se sintieron luego de de su Resurrección, y díganles que quieren sentir eso mismo en sus corazones, después de haber sido probados, pruebas que son inevitables para todo creyente… unidos nosotros al propio Corazón de Jesús y al de María, satisfaciendo la voluntad del Padre, aceptando el misterio del sufrimiento y la muerte en tan paradisíaca creación. De las puntas de las lanzas salen dos gotas, una de sangre que es la vida y otra una lágrima que puede ser de sufrimiento o felicidad.
Donde abundó el pecado… sobreabundó la gracia… y el Señor es el Juez del Juicio Final y su veredicto. Pidámosle a Dios que nos ayude a seguir y tomar todos los pasos correctos y necesarios para alcanzar la salvación por medio de los sacramentos y enseñanzas que la Iglesia nos recomienda: por ejemplo: penitencia y eucaristía frecuente, entre otras cosas. En cuanto a aquellos que escogieron diferentes caminos, pidamos misericordia para ellos. ¿Quién va al Infierno luego de su muerte? Es un misterio, nadie lo sabe, solo Dios lo sabe, la Iglesia no lo sabe a ciencia cierta pero las Escrituras del Nuevo Testamento lo revelan. Finalmente solo me queda decir: Quién pudiera nacer de nuevo del vientre de su madre y no cometer ningún error. Júzgame solo tú Señor, que eres el único que conoce la verdad de mi culpa y de mis virtudes.

El Cielo tiene una diva:
¿Cómo se llama esa diva? Esa diva se llama MARIA.
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Oración al Milagro más grande
…Y todas las naciones vendrán y se postrarán ante ti… Apoc 15,4

Esta es una oración que como iniciativa dirigida a Dios fue compuesta para ser rezada por aquella comunidad de bautizados en la fe católica, apostólica, romana; la fe católica apostólica ortodoxa de todo oriente y todas las personas de buena voluntad; que han experimentado algún grado de conversión y sienten un profundo sentimiento de mortificación y responsabilidad por el destino final de su prójimo, que ya ha perdido la gracia bautismal o simplemente nunca la tuvo. Que se salve toda la Humanidad parece no ser justo, pero es lo más misericordioso y podría ser el “Milagro más grande” que podemos pedir y esperar. Porque a veces la misericordia es superior al Juicio. Stg 2,13. El bautismo de Jesús, unido a nuestro bautismo es un supremo punto de referencia con el cual podemos contemplar los eventos históricos preliminares a la institución del Bautismo antes del Primer Pentecostés y la fundación de la Iglesia Primitiva en Jerusalén, en forma de novena y así rogar por todo y por todos. Se recomienda hacerla nueve días antes al día 24 de Junio, fecha en que se celebra la natividad de San Juan Bautista en el santoral católico, aunque se puede hacer también en cualquier época del año, siempre es bueno amar y rogar por el prójimo.
El Sacramento es un signo sagrado instituido por Jesucristo que aumenta la gracia. Los sacramentos son siete: Bautismo, Eucaristía, Confirmación, Penitencia, Extremaunción, Orden Sacerdotal, Matrimonio. La Gracia es un don que recibe el ser humano de parte del amor gratuito que Dios nos tiene. Todos los gestos y signos de nuestra religión católica están basados en ella y hay quien los aprovecha y hay quien no. Así la Gracia del Bautismo, como Sacramento de iniciación en la fe, bien sea como adultos o niños, es un don inestimable que se logró gracias al sacrificio del Señor Jesús en la Cruz, partiendo de la Historia Sagrada del pueblo de Israel, del “SI” de María y del ministerio de Juan el Bautista, entre otras cosas.
Para poder gozar del Banquete de la salvación eterna; Dios envía a su Hijo para mostrarnos los misterios del Reino, para todos los hombres que lo quieran aceptar, en comunión con el resto de la Iglesia y a las puertas de la Evangelización de todos los pueblos en este nuevo milenio. El Bautismo es el sacramento de iniciación cristiana por excelencia, deja un sello indeleble en quien lo recibe. Desde los inicios de la Iglesia, comprende algunos elementos esenciales: El anuncio de la Palabra, la acogida del Evangelio que lleva a la Conversión, la Profesión de Fe, el Bautismo, la Efusión del Espíritu Santo y el acceso a la Comunión Eucarística. Desde que el Bautismo de niños vino a ser la forma habitual de este Sacramento la Iglesia exige un catecumenado postbautismal; donde se da un desarrollo necesario de la gracia bautismal. En el rito romano se continúa durante unos años de catequesis, para acabar más tarde con la Eucaristía y la Confirmación.
Para aquellos que han ofendido a Dios y desean reconciliarse con Él, el sacramento de la reconciliación o confesión es lo indicado, de esta manera se recupera la Gracia Santificante y es muy recomendable tomar inmediatamente la Eucaristía frecuente para aumentar la comunión con la Iglesia.


Oración Inicial
Para meditar todos los días
Señor, a través de la contemplación de estas gracias bautismales de Jesucristo, unidos a nuestro propio bautismo, enséñanos lo que debemos entender y hacer para obtener de ti el milagro más grande de todos: la salvación de todo el género humano. Virgen Santísima, cúbrenos con tu manto y llevanos, por tu intercesión, pronto a todos a la bienaventuranza eterna.

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Primer Día: La unción del profeta desde el vientre de su madre Lc 1,39-45

“Meditar Oración inicial”

“En aquellos días se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá, entró a casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena de Espíritu Santo y exclamó a gritos: “Bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor?. Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno! Feliz la que ha creído que se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!” Evangelio según San Lucas 1,39-45

Reflexión Primera
El misterio divino se manifestó en la vida de Juan de una manera novedosa… desde antes de nacer… desde el vientre de su madre Isabel, en una suerte de reacción prenatal e instintiva de las cosas sobrenaturales; cuando la creatura salta de alegría en el momento en que su madre Isabel oye la voz más dulce de todas, la de María que estaba encinta de Jesús. Ahora Juan solo existe para ser capacitado con el propósito de ser el último profeta del Antiguo Testamento que prepararía a la humanidad para la venida del Mesías prometido: la encarnación del Dios de Israel y del universo: Jesucristo. Esta ha sido una experiencia única en la Historia de la Salvación. Rodeado de la protección de los suyos, Juan empezaría así su peregrinación por este mundo.

“Meditar Oraciones Finales”
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Segundo Día: La vida oculta de Juan el bautista.
Lc 1,80
“Meditar Oración inicial”

“Y tu niño serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos” Evangelio según San Lucas 1,76. “El niño crecía y su espíritu se fortalecía y vivió en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel”. Evangelio según San Lucas1,80.

Reflexión Segunda
El Padre de Juan se llamaba Zacarías, era sacerdote del Templo de Jerusalén, en ese ambiente, Juan, niño y adolescente tendría una veta de conocimientos y experiencias extraordinarias que le ayudarían mucho en su misión, sobre todo en el estudio de la Historia Sagrada y de las profecías de los demás profetas. Recibiría la mejor crianza que recibía todo niño varón en aquella época: Visitas al Templo, sinagogas, rollos de la Ley, disertaciones alrededor de la interpretación de la Torá, en fin, todo aquello que lo convertiría en el último profeta que denunciaría los pecados de su tiempo. Una posición privilegiada donde hay que destacar la relación personal de Juan con Dios a través de la oración y el desierto: “lugar de austeridad”; donde sin ninguna distracción, el misterio divino se adueñaba cada vez más de él, hasta que lo hizo romper con el sacerdocio paterno y obtener una herencia diferente en los cielos. Busquemos profundizar nuestra relación con Dios, buscándolo en el silencio de nuestro corazón.
“Meditar Oraciones Finales”
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Tercer Día. La voz que clama en el desierto.
Mt 3,1-12

“Meditar Oración inicial”

“Por aquellos días se presenta Juan el Bautista, proclamando en el desierto de Judea: “Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos”. Este de quien habló el profeta Isaías cuando dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas… Yo os bautizo con agua en señal de conversión; pero aquel que viene detrás de mí es más fuerte que yo y no soy digno de llevarle las sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego”. Evangelio según San mateo 3,1-3. 11.

Reflexión Tercera
Ha llegado el momento... la manifestación es pública. El movimiento de Juan es tan fuerte, que es confundido con el propio Mesías, pero él aclara que es solo un mensajero que le anuncia y le prepara el camino. Todos debemos ser como Juan, abriéndole paso al Señor entre la vida de nuestro prójimo. Los fieles católicos como profetas, sacerdotes y reyes tenemos el deber de preservar el legado de la fe y enriquecerlo. Invoquemos al Padre de la Misericordia para que nos deje desatarle la correa de la sandalia a Jesús, besar sus pies y así ser bautizados con el fuego del Espíritu.

“Meditar Oraciones Finales”
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Cuarto Día. Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Jn 1,29

“Meditar Oración inicial”

“Al día siguiente (Juan) ve a Jesús venir hacia él y dice: “He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” Evangelio según San Juan 1,29.

Reflexión Cuarta
¿Quién es un Cordero en Israel?: Un Cordero en Israel es alguien que va a ser sacrificado. Cuando Juan se apercibe que Jesús, su primo, es el Mesías, no encuentra mejor título que darle, ya Juan está en plena conciencia de las profecías que hablan de un Siervo sufriente que expiará por los pecados del pueblo y del mundo. Todavía la plenitud del plan continua en el misterio y los contemporáneos de Juan quizá no entendían del todo estas palabras. Pidámosle al misterio divino que podamos discernir los signos de nuestro tiempo a través de la comunión con el Espíritu Santo y la de los santos por medio de la Eucaristía frecuente.

“Meditar Oraciones Finales”
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Quinto Día. La Justicia del Mesianismo Trascendente
Mt 3, 13-15
“Meditar Oración inicial”

“Entonces se presenta Jesús, que viene de Galilea al Jordán, a donde Juan, para ser bautizado por él. Pero Juan trataba de impedírselo diciendo: Soy yo el que necesita ser bautizado por ti ¿Y tú vienes a mí? Jesús le respondió: “ Deja ahora pues así conviene que cumplamos toda justicia”. Entonces le dejó.
Evangelio según San Mateo 3,13-15.

Reflexión Quinta
Jesús sabe que es a Juan el Bautista a quien debe dirigirse; Juan sabe que Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, tanto lo sabe que se niega bautizarlo y Jesús responde: “Deja que así cumplamos toda justicia”. El mesianismo de Jesús obedece a razones que reposan sobre misterios profundos que traspasan las fronteras de la muerte y nos confrontan con la eternidad, basado todo esto en el amor profundo que siente el Padre por su creación, de la cual el hombre es su “obra cumbre”. La misión de Juan ya está terminando con el bautismo de Jesús, quien vivió todo lo que el ser humano debe vivir, de forma semejante a todos nosotros, menos en el pecado. Jesús se solidariza con la humanidad no solo en el Bautismo de Agua, sino en otro, el de sangre, cuando es levantado en alto en la Cruz. Pidamos a Dios que la gracia de las aguas del bautismo de todos los cristianos de todos los tiempos sea suficiente argumento para enmendar los pecados de toda la humanidad delante del Dios que es un Padre Amoroso.

“Meditar Oraciones Finales”
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Sexto Día. La aparición del Espíritu Santo.
Mt 3,16

“Meditar Oración inicial”

“Una vez bautizado Jesús, salió luego del agua; y en esto se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y venía sobre Él”. Evangelio según San Mateo 3,16.


Reflexión Sexta
Cuando Jesús sale de las aguas bautismales, el Espíritu Santo desciende sobre Él como una paloma. Demostrándose así que Dios domina en toda su plenitud la vida inmaculada de Jesús: un Cordero sin mancha ni defecto. Ese mismo Espíritu lo fortalecería y lo llevaría después al desierto para ser tentado por el demonio, de donde saldría triunfante para cumplir su misión en favor de los hombres. Busquemos renovar siempre la gracia obtenida en el Bautismo por medio de la confesión frecuente de los pecados, para que el Espíritu Santo y la gracia de Dios se apodere más de nosotros, no volvamos a pecar, y podamos hacer obras de misericordia y caridad que agraden al Señor.

“Meditar Oraciones Finales”

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Séptimo Día. La voz del Padre
Mt 3,17
“Meditar Oración inicial”

“Y una voz que salía de los cielos decía: “Este es mi Hijo amado, en quien me complazco” Evangelio según San Mateo 3,17.

Reflexión Séptima
Como sello definitivo de que Jesús es el unigénito de Dios, aparece la voz del Padre consagrando a Jesús como aquel predilecto, que es igual a Dios y en quien Dios se complace. En estos pasajes la Santísima Trinidad brilla en todo su esplendor. Juan el Bautista es testigo activo de todo ello y entiende que ha vivenciado al misterio divino en su esencia más pura. Ya Juan no pertenece a este mundo, su conciencia le dice que el que bautiza con fuego, ha pasado ya por el portal de su bautismo, ahora solo queda adentrarse en el silencio y contemplar las maravillas de la Divinidad. Seamos como Juan y contemplemos la obra divina en todas las cosas.

“Meditar Oraciones Finales”
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Octavo Día. La Humildad del Bautista
Jn 3,26,30
“Meditar Oración inicial”

“Fueron pues a Juan y le dijeron: Rabbí el que estaba contigo al otro lado del Jordán , aquel de quien diste testimonio, mira está bautizando y todos se van a él”.Juan responde: “Es preciso que Él crezca y que yo disminuya” Evangelio según San Juan 3,26;30.

Reflexión Octava
Juan siempre supo que él no era el Mesías, y cuando Jesús empieza a arrastrar multitudes necesitadas de un Pastor y hambrientas de Vida Eterna, Juan solo dice: Es preciso que Él crezca y que yo disminuya. La vida de Juan, cuyo nombre significa “Dios es Misericordioso” ha cumplido su cometido, la voz que clama en el desierto se apagará para dar paso a que hable Jesús, ya está cercano el martirio de Juan, pero en un profundo desprendimiento de las cosas de la Tierra, eso será lo menos importante, puesto que Juan experimenta y contempla desde ya: la visión beatífica. De ahora en adelante prestemos atención a lo que nos dice Jesús, para poder entender los misterios del Reino.
“Meditar Oraciones Finales”
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Noveno Día. La misión universal
Mt 28,16-20.
“Meditar Oración inicial”

“Por su parte los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verlo lo adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id pues y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Evangelio según San Mateo 28,16-20.

Reflexión Novena
Culminado su ministerio terrenal, Jesús resucitado y lleno de gloria, encarga a los discípulos que lleven el mensaje de salvación a toda la Humanidad bautizando en el nombre de las Tres Divinas Personas (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Jesús nos acompaña todos los días hasta el fin del mundo. Pidamos a Jesucristo que siga intercediendo por toda la humanidad y escuchemos atentamente todo lo que Jesús nos quiere decir. Gracias Virgen Santísima: María... la principal, de nuestra raza humana: por el regalo que nos has dado a través de tu Hijo Jesús.
“Meditar Oraciones Finales”

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ORACIONES FINALES
PARA TODOS LOS DÍAS

Oración: Oh, Misterio Divino. Amparados por la protección de la Virgen María, nuestra abogada y la intercesión de San Juan Bautista. Invocando la comunión de los santos, en tu eterno presente. Imploramos a tu misericordia para que la gracia sacramental de las aguas frescas, limpias y sanadoras del Bautismo de todos los cristianos de todos los tiempos (Iglesia peregrina, purgante y triunfante), purifiquen a todas las generaciones y familias humanas y sus árboles genealógicos por la eternidad, trayendo la restauración universal de las cosas en todo lugar. En acción de gracias a la Santísima Trinidad: Un solo Dios, Misterio Divino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.

Santísima Trinidad y Un solo Dios “Yahvé”:
Prepara nuestros cuerpos y almas para vivir cada día nuestro bautismo y vida eterna con agradecimiento, humildad y compasión por el prójimo, expresado en obras penitenciales y de misericordia visibles, pisando fuerte hacia el mundo futuro.

Dios Padre “Yahvé”:
Delante de tu eterno presente: Este es el grito desesperado de tus elegidos, para que no condenes a quienes no están inscritos en el Libro de la Vida, los que ya no tienen esperanza alguna, mira nuestras lágrimas unidas a las de la Santísima Virgen María frente de la Cruz, donde Jesús inocente vivenció todo nuestro infierno. Ruego éste, que hacemos en señal de nuestra conversión y amor a ti y al prójimo y dando un paso adelante en la obediencia de aquel mandamiento que Jesús nos dejó de amar, inclusive, a nuestros enemigos, formando así una gran familia universal y eterna alrededor de Jesús. Que éste sea nuestro más grande deseo cuando asistimos a la Misa y comulgamos con fervor y esperanza plena.

Dios Hijo “Yahvé”:
Que has resucitado y estás a la diestra del Padre; respetando tus enseñanzas, vida y obra, esperamos con esta iniciativa, agradarte como “Cuerpo Místico de Cristo” aquí en la Tierra, colaborando con tu voluntad salvadora, por nuestra propia felicidad, de la cual tu eres el principal interesado y especial artífice, ya que el Juicio Final descansa en tus amorosas manos.

Dios Espíritu Santo “Yahvé”:
Reconociendo nuestra pequeñez, bautízanos con el fuego de tu amor y ordena todo a nuestro alrededor para que “La tierra sea cubierta del conocimiento de Dios, como las aguas cubren el mar”. A través de la expansión de la fe católica hasta los confines de la Tierra. Ayúdanos a ser santos como Dios es santo.

Virgen Santísima, máxima Sierva de Yahvé y Corredentora de la Humanidad:
El Pueblo de Dios, es un Reino de Sacerdotes, donde tú eres la intercesora más cercana a Dios, nunca son desoídos tus ruegos. Acudimos a tu seno maternal, para que acojas a aquellos hombres y mujeres de “carne y hueso” que ya no tienen esperanza, los ayudes a recuperarla por tu intercesión y regresen como el hijo pródigo a la Casa del Padre Amoroso, y así se cumpla lo que dice el Magnificat: “Todas las generaciones me llamarán bienaventurada”

Ángeles del Cielo, fieles en todo a Yahvé:
Ayúdennos a cumplir la voluntad divina en perfecta concordancia con las profecías y sus misterios y decretos ocultos, aspirando de nuestra parte que los caminos de Dios sean nuestros caminos. Lleven estos ruegos al trono de Dios lo antes posible y custodien nuestras vidas en este peregrinaje terrenal para que las puertas del Infierno no prevalezcan contra la Asamblea Católica (de todos los hombres y mujeres de todos los tiempos históricos) ordenada alrededor de la cátedra de Pedro en Roma. Ayúdennos a santificar el mundo.

San Juan Bautista y demás santos:
Intercedan por nosotros para que antes de morir este sea nuestro último clamor: “Que se cumpla el milagro más grande”. También te pedimos por todos los que hacemos esta novena, para que podamos ver el cumplimiento del milagro más grande: la Salvación Universal: “Os digo, dice el Señor, no hay, entre los nacidos de mujer, ninguno mayor que Juan, sin embargo el más pequeño en el Reino de los cielos es mayor que él” Evangelio según San Mateo 11,11.

Renovación Comunitaria de las promesas bautismales:
Para ser proclamada todos los días de la novena al final

1) Guía: ¿Creemos en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
Todos: Si, creo
2) Guía: ¿Creemos en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro, que nació de Santa María Virgen, padeció, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?
Todos: Si creo
3) Guía: ¿Creemos en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos, y en la vida eterna?
Todos: Si creo
4) Guía: ¿Renunciamos al pecado, para que podamos vivir en la libertad de los hijos de Dios?
Todos: Sí, renuncio
5) Guía: ¿Renunciamos a las seducciones del mal, para que el pecado no nos esclavice?
Todos: Sí, renuncio
6) Guía: ¿Renunciamos a Satanás, padre y autor del pecado?
Todos: Sí, renuncio
7) Guía: Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar, en Jesucristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

Apéndice:

Apocatástasis: (griego: “restablecimiento” o “restauración”), retorno de todas las cosas o de cualquiera de ellas a su primitivo punto de partida. En el Nuevo Testamento el concepto aparece por lo general en la cópula “Apocatástasis tompánton” que viene a significar nueva creación del mundo, coincidiendo con las expectativas mesiánicas del Antiguo Testamento. “Pues he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva, y no serán mentados los primeros ni vendrán a la memoria” (Isaías 65,17). En los manuscritos de Qumrán se utiliza esta formula para referirse a la “imposición del reino de Dios”. En un discurso del apóstol Pedro esta tradición se asocia expresamente a las expectativas neotestamentarias “A Jesús, a quien debe retener el cielo hasta el tiempo de la restauración universal de que Dios habló por boca de sus santos profetas” (Hch 3,21). Diccionario Ilustrado de la Biblia, Edit Everest, Madrid, 1996

Escrito por Juan Carlos Enmanuel Martín Rojas jcmartinrojas@gmail.com y corregido por Carlos Barros y Gloria Carrasquero.

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